Investigación y Educación en Salud. Volumen 2, Número 2, 2023
Introducción
Helicobacter pylori, ha sido clasificada
como una de las bacterias de mayor inci-
dencia en la morbilidad gástrica del mun-
do entero, su mayor prevalencia ha sido
en poblaciones africanas y latinoamerica-
nas. Debido a su injerencia al infectar la
mucosa digestiva, representa uno de los
factores etiológicos más importantes en el
desarrollo de patologías como la gastritis.
Es un microorganismo Gram-negativo mi-
croaerofílico que tiene forma espiral. Esta
bacteria produce una enzima capaz hidro-
lizar la urea presente en el jugo gástrico,
en dióxido de carbono y amoníaco, lo que
alcaliniza el medio y una vez alcanzado
el lumen gástrico, se moviliza a través de
la capa de mucus, y alcanza la superficie
apical de las células del epitelio gástrico.
Su presencia en los organismos origina no
sólo la gastritis, sino la úlcera duodenal y
gástrica, adenocarcinoma gástrico y linfo-
ma MALT (1).
La infección por esta bacteria se caracteriza
por presentar diversidad en las manifesta-
ciones clínicas entre los pacientes; no obs-
tante, como “la colonización de la mucosa
gástrica por este agente se acompaña de
signos histológicos de inflamación, la sinto-
matología más típica en el adulto se acom-
paña de dolor y/o ardor epigástrico, acidez
estomacal, náuseas, vómitos, sensación de
saciedad después de las comidas y en al-
gunos casos adelgazamiento (2).
Existe una variedad de métodos disponibles
para realizar el diagnóstico de esta bacte-
ria. De forma global estos están divididos
en: invasivos y no invasivos (3). Dentro de
los invasivos tenemos principalmente el es-
tudio histopatológico, el cual es considera-
do como prueba de oro, debido que, como
mencionan Bermúdez Díaz, Ernesto Torres
Domínguez, & Rodríguez González (4) “este
permite de manera sencilla la identificación
de la bacteria a través de distintas tinciones
supra/vitales, donde en la actualidad acom-
pañado de marcadores fluorescentes se
obtienen sensibilidades y especificidades
del 98 y 100% respectivamente”.
El potencial patogénico que caracteriza
esta bacteria, hace que resulte necesario
contar con métodos eficaces para su detec-
ción. Las técnicas empleadas para el diag-
nóstico de Helicobacter pylori se dividen en
2 grupos: técnicas invasivas, que requieren
una endoscopia gástrica para la toma de
biopsias y técnicas no invasivas que son
menos agresivas para el paciente (5).
Actualmente, el estudio histológico de las
biopsias tomadas por endoscopia (método
invasivo) cuanta con un estándar de refe-
rencia y una sensibilidad y especificidad de
100%. Por su parte, las pruebas no invasi-
vas tienen la ventaja de ser procedimientos
más aceptados por los pacientes, de menor
costo y menor riesgo. Las pruebas deben
elegirse, de acuerdo con la edad y facto-
res de riesgo de determinados pacientes.
Esta bacteria, sobrevive a la acidez gástri-
ca y se caracteriza porque generalmente
son asintomáticos; no obstante, en algunos
pacientes, se asocia a distintas patologías
gastrointestinales (1).
Todos los aislamientos frescos de H. pylori
expresan una actividad de ureasa signifi-
cativa, que parece esencial para la super-
vivencia y la patogenia de la bacteria. Ac-
tualmente se dispone de una variedad de
pruebas para diagnosticar la infección por
helicobacter pylori (6). El examen histológi-
co del tejido gástrico, el cultivo, la prueba
rápida de ureasa, las sondas de ADN y el
análisis de PCR, cuando se utilizan para
analizar el tejido gástrico, requieren endos-
copia (7). Por el contrario, las pruebas de
aliento, serología, PCR de jugo gástrico y
excreción urinaria amoníaco son pruebas
no invasivas que no requieren endoscopia
(8).
Diversos estudios han demostrado que la
adquisición natural de H. pylori ocurre con
frecuencia en la infancia y una vez que se
establece, la infección persiste durante
toda la vida, aunque también se ha descri-
Azúa Menéndez MJ, Bacusoy Palma JC, Fienco Ávila AM.