Abscesos renales en pediatría: reporte de caso
https://doi.org/10.47230/unesum-ciencias.v6.n4.2022.683
Revista UNESUM-Ciencias
Volumen 6, Número 4, 2022
Universidad Estatal del Sur de Manabí
ISSN-e: 2602-8166
Pediatric renal abscess: case report
REVISTA UNESUM-Ciencias
UNIVERSIDAD ESTATAL DEL SUR DE MANABÍ
Volumen: 6
Número: 4
Año: 2022
Paginación: 190-197
URL: https://revistas.unesum.edu.ec/index.php/unesumciencias/article/view/683
*Correspondencia autor: perzmontoto@infomed.sld.cu
Recibido: 27-08-2022 Aceptado: 29-09-2022 Publicado: 30-09-2022
Alberto Pérez Montoto
1*
https://orcid.org/0000-0003-3707-1251
Yisell Portales Calderin
2
https://orcid.org/0000-0001-6912-5379
María Antonia Orta García
3
https://orcid.org/0000-0002-1580-9596
Ida Marta Noa Rodríguez
4
https://orcid.org/0000-0002-7739-6627
1. Hospital Pediátrico Docente Provincial José R. Martínez/Pediatría, Especialista de primer grado en MGI y Nefrología, Profesor instruc-
tor, Guanajay, perzmontoto@infomed.sld.cu
2. Hospital Pediátrico Docente Provincial José R. Martínez/Pediatría, Especialista de primer grado en Urología, Profesor asistente, Gua-
najay
3. Hospital Pediátrico Docente Provincial José R. Martínez/Imagenología, Especialista de primer grado en MGI e Imagenología, Profesor
asistente, Guanajay
4. Hospital Pediátrico Docente Provincial José R. Martínez/Pediatría, Especialista de primer grado en Pediatría, Profesor asistente, Gua-
najay
RESUMEN
Los abscesos renales y perirrenales forman parte de un grupo de infecciones poco frecuentes en pediatría,
cuyas consecuencias pueden ser graves, desde sepsis hasta la pérdida del riñón. Estas entidades no tienen
una clínica específica. De su apropiado diagnóstico dependerá la evolución y el pronóstico del paciente. En
este artículo se presenta el caso clínico de una niña de cuatro años, con diagnóstico de absceso renal bilate-
ral y múltiple, tras un episodio febril prolongado. Este caso presenta interés por la escasa frecuencia de este
diagnóstico en la infancia, la excepcional forma de presentación como absceso múltiple, por lo que significó
en su manejo la ecografía ya que las imágenes de la TAC no ofrecieron nuevos aportes y también por la con-
ducta terapéutica conservadora impuesta.
Palabras clave: absceso; riñón; pediatría; infección del tracto urinario.
ABSTRACT
Renal and perirenal abscesses are part of a grupo rare infections in Pediatrics, whose consequences can be
serious, from sepsis to kidneyloss. These entities do not have a specific clinic. The evolution and prognosis
of the patient will depend on its proper diagnosis. In this article, the clinical case of a four year old girl is pre-
sented, with a diagnosis of bilateral and multiple renal abscess, after a prolonged febrile episode. This case
is of interest due to the low frequency of this diagnosis in child hood, the exceptiona lform of presentation as
a multiple abscess, due to wha tultrasound meant in its management since the CT images did not offer new
contributions and also due to the therapeutic be havior conservative imposed.
Keywords: abscesses; kidney; pediatrics; urinary tract infection
REVISTA UNESUM-Ciencias Volumen 6, Número 4, 2022
192
Introducción
La infección del tracto urinario (ITU) es una
enfermedad común en niños,constituyela
infección bacteriana severa más frecuente
durante la lactancia y la niñez temprana en
el mundo desarrollado, y la afección predo-
minante de este aparato en niños. Al fina-
lizar la edad pediátrica, del 8-10 % de las
hembras y del 2-3 % de los varones han
padecido al menos una ITU documentada.
Puede generar complicaciones agudas y
secuelas, al no establecer su diagnóstico y
tratamiento de forma temprana y oportuna.
La gravedad de la ITU depende de varios
factores entre los cuales se encuentran la
presencia de malformaciones del tracto uri-
nario, las interacciones patógenos-hospe-
deros, el estado inmunológico del paciente,
la resistencia de las bacterias a los antibió-
ticos, la demora en el diagnóstico y el ma-
nejo de la infección, entre otros. Dentro de
las complicaciones agudas se incluyen las
bacteriemias, el síndrome de respuesta in-
flamatoria sistémica (SRIS), la sepsis severa
o grave, el schock séptico, la pionefrosis y
los abscesos renales y perirrenales. Estos
dos últimos corresponden a infecciones
supuradas que comprometen el riñón y/o
espacio perinefrítico. Son complicaciones
infrecuentes, sobre todo en niños pero sus
consecuencias pueden ser graves y po-
tencialmente letales. Pudiendo llevar a la
pérdida de la unidad renal. Actualmente,
gracias a la disponibilidad del diagnóstico
por imágenes, existencia de antimicrobia-
nos potentes, de amplio espectro, además
de un manejo agresivo, la letalidad de estas
complicaciones se ha reducido al 6%. Sin
embargo el diagnóstico sigue siendo difícil
ya que muchos pacientes presentan una
sintomatología difusa y poco específica que
puede ser indistinguible de procesos infla-
matorios abdominales o incluso tumorales
(Nelson & Hochgelernter, 2016).
Las caracteristicas epidemiológicas de esta
complicación han cambiado durante las úl-
timas décadas. En la época pre-antimicro-
biana predominaban los microorganismos
Pérez Montoto, A., Portales Calderin, Y., Orta García, M. A., & Noa Rodríguez, I. M.
grampositivos, hoy en día, las series de ca-
sos reportados han establecido la Escheri-
chiacoli y Staphylococcusaureus como los
gérmenes aislados con mayor frecuencia
(Nelson & Hochgelernter, 2016).
El avance en los estudios de imágenes
permite realizar un mejor abordaje de es-
tos pacientes, lo que genera manejos más
oportunos con mejores desenlaces. Los
antimicrobianos y la cirugía son los pilares
fundamentales del tratamiento. Durante los
últimos años, han surgido como alternativas
varias estrategias mínimamente invasivas
tales como el drenaje percutáneo, el uso de
pig-tails o la nefrostomía, que han obviado
la necesidad de procedimientos quirúrgi-
cos(Nelson & Hochgelernter, 2016) (Couse-
lo, Domínguez, Estornell, & García-Ibarra,
2013).
El objetivo del presente trabajo, es exponer
el caso de una niña con diagnóstico de abs-
ceso renal tras un episodio febril prolonga-
do atendido en nuestro centro hospitalario.
Es relevante por la escasa frecuencia de los
abscesos renales en la infancia, lo excepcio-
nal de su forma de presentación como abs-
ceso múltiple bilateral, por lo efectivo que
resultó tanto para el diagnóstico como para
el seguimiento el uso de la ecografía simple
y con doppler y por el manejo terapéutico
conservador llevado a cabo mediante anti-
bióticos endovenosos, con el fin de preser-
var el parénquima renal. Todo esto, junto a
una revisión actualizada de esta patología
(Mar Cornelio, Ramírez Pérez, López Cos-
sio, Morejón, & Orellana García, 2021). Con
el fin de incluirla dentro de las posibilidades
diagnósticas y revisar nuevas técnicas de
manejo.
Presentación del caso
Paciente femenina de cuatro años de edad
con antecedentes aparentes de buena sa-
lud, no se recogen antecedentes patológi-
cos familiares ni obstétricos de interés, no
traumas. Es traída al centro de salud por un
cuadro febril de hasta 390c, persistente, de
más de 10 días de evolución, asociado a
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REPORTE DE CASO (Ciencias de la Salud): ABSCESOS RENALES EN PEDIATRÍA: REPORTE DE CASO
decaimiento, inapetencia, vómitos, malestar
general y abdominal difuso, sin presencia
de síntomas urinarios y sin cambios en la
orina; se recoge la historia de haber reci-
bido tratamiento estomatológico parcial, en
días previos por varias caries molares.
Al examen físico: febril, taquicárdica, pali-
dez cutáneo-mucosa y con dolor a la palpa-
ción abdominal superficial y profunda en los
cuatro cuadrantes, sin signos de irritación
peritoneal. Por todo lo anterior se decide su
ingreso y se le indican una serie de comple-
mentarios: Hb/Hto 90/027; Lámina periférica
con hipocromía, microcitos; 12.300 leucoci-
tos/mm3, 78% de neutrófilos, 5% de stabs,
granulaciones tóxicas xx en PMN, Trombo-
sitosis (560 x109); VSG en 60 mm/h; Protei-
na C reactiva cualitativa positiva; Glucemia,
Pruebas de función renal, hepática y Lipi-
dograma normales; Cituria con una ligera
leucocituria de 30.000/ml; Punción Lumbar
negativa; Rx de Tórax normal; Hemocultivo
y Urocultivo I, II negativos (Cornelio, Calde-
rón, & Benítez, 2019).
Una vez concluida la toma de muestra para
los estudios y teniendo en cuenta la clínica y
algunos resultados preliminares se decidió
iniciar tratamiento antibiótico empírico con
Ceftriaxona IV. A los tres días del ingreso se
le pudo practicar una ecografía renal (figura
1) que mostró tres imágenes cavitarias hi-
poecoicas (una en el RD y dos en el RI), de
19x14mm; 16x14mm y 15x13 mm respecti-
vamente, que al DD y DC tienen captación
periférica que desborda el contorno renal,
con elementos celulares en su interior, lo
que se corresponde con el diagnóstico de
absceso renal bilateral y múltiple en el riñón
izquierdo.
Posteriormente se le realiza una TC que
confirmó el diagnóstico, sin aportar ningu-
na información esencial adicional. Dada la
persistencia de la fiebre y la clínica se repi-
ten reactantes de fase aguda apreciándose
un empeoramiento de los mismos: Hb/Hto
73/022; Lámina periférica con leucocitosis
de 15.000/mm
3
, 90% de neutrófilos, fenó-
meno de Rauleux xxx, cuerpos de Döhle
xxx, vacuolización tóxica en citoplasma de
PMN y VSG en 137 mm/h. Por esta situación
y en ausencia de resultados positivos de
cultivos, se decidió ajustar empíricamente
el esquema antibiótico pasando a Merope-
nem y Amikacina (Mar Cornelio, Bron Fon-
seca, & Gulín González, 2020). A pesar de
que no se realizó un drenaje de las cavida-
des abscedadas, la paciente presentó una
buena respuesta a la nueva terapia, la fiebre
desapareció totalmente al séptimo día del
cambio y los sucesivos controles ecográfi-
cos demostraron una reducción progresiva
en el tamaño de los abscesos, así como una
regresión hacia la normalidad de los reac-
tantes de fase aguda.
El tratamiento con antibiótico IV duró 10
días para la Amikacina y 14 para el Mero-
penem, momento en el que la niña recibió
el alta con una prescripción de Fosfomicina
por vía oral de 14 días. Posteriormente llevó
seguimiento ambulatorio durante 12 meses,
se le realizó Uretrocistografía miccional,
que resultó negativa, así como diferentes
pruebas de control: ecografías seriadas
que demostraron la resolución completa de
los abscesos renales y una gammagrafía
renal estática DMSA, a los seis meses del
ingreso, que mostró una discreta cicatriz
periférica en el RI con disminución leve de
su función renal relativa (45%). Clínicamen-
te asintomática.
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Figura 1. Ecografía del riñón derecho e izquierdo en la que se observa los abscesos
(identificados por flechas).
Discusión
Los abscesos renales se definen como co-
lecciones de material purulento que se limi-
tan al parénquima renal, mientras que los
abscesos perirrenales están localizados por
fuera de la cápsula renal, pero dentro de la
fascia de Gerota. Como se pudo observar
en el caso presentado, las lesiones estaban
delimitadas en el parénquima renal. Estas
son condiciones infrecuentes pero graves
y potencialmente letales, con una prevalen-
cia en adultos de 1 a 10 casos por cada
100,000 ingresos, con similar incidencia en
hombres y mujeres (Castañeda-Hernández,
Lozano-Triana, Camacho-Moreno, & Lan-
dínez-Millán, 2017; Rubilotta et al., 2014).
Mientras que son muy raros en niños, la pre-
valencia exacta en este grupo es descono-
cida y únicamente puede ser estimada me-
diante casos clínicos o investigaciones con
un número pequeño de pacientes: Cheng
describió la mayor serie de 45 enfermos en
2008(Couselo et al., 2013; Chaudhry & Bolt,
2010) (Cheng et al., 2008)
El diagnóstico de un absceso renal puede
resultar difícil debido a su reducida frecuen-
cia y a la baja especificidad de los sínto-
mas, pudiendo presentarse con un amplio
espectro de síntomas que incluyen fiebre,
síntomas urinarios bajos, dolor abdominal
en flancos, lumbar, malestar general, otras
alteraciones no específicas y sepsis, siendo
el 10% de ellos oligosintomáticos. La ma-
nifestación clínica más frecuente en los ni-
ños es la fiebre, aparece en el 100% de los
enfermos, lo que coincide con el síntoma
principal del caso en discusión. Otras ma-
nifestaciones también frecuentes en ellos
además del dolor abdominal, los escalo-
fríos, vómitos, que pueden estar acompa-
ñados de leucocitosis y otros reactantes de
fase aguda elevados, como se apreció en
nuestro caso (Couselo et al., 2013; Cheng
et al., 2008) (Angel et al., 2003).
Estos síntomas tan poco específicos pue-
den aparecer en afecciones diversas por lo
que dentro del diagnóstico diferencial del
absceso renal, se halla la Pielonefritis aguda
complicada, la pielonefritis enfisematosa,
los quistes renales, la Tuberculosis renal,
el tumor de Wilms, etc. Por esto es necesa-
rio llevar a cabo una adecuada evaluación
diagnóstica(Chaudhry & Bolt, 2010; Cheng,
Tsau, & Lin, 2010; Shu, Green, & Orihuela,
2004; Zhang, Xie, Huang, & Fu, 2019).
Aun así y a diferencia de lo ocurrido en el
caso presentado, los diagnósticos diferen-
ciales se pueden manifestar como estadios
tempranos antes de la aparición del absce-
so (Chaudhry & Bolt, 2010; Vergara-Espitia,
Gallo-Urina, Landinez-Millán, Camacho-Mo-
reno, & Lozano-Triana, 2015)
En general ellos se originan a partir de una
infección urinaria ascendente o por medio
de siembras hematógenas sobre el parén-
quima renal en las bacteriemias. En ambos
casos, las bacterias más comunes son las
Gram negativas, aunque se tiene reportes
de casos con Gram positivos como agente
causal(Castañeda-Hernández et al., 2017)
(Baradkar, Mathur, & Kumar, 2011; Cheng et
al., 2010; Rubilotta et al., 2014).
Pérez Montoto, A., Portales Calderin, Y., Orta García, M. A., & Noa Rodríguez, I. M.
195
REVISTA UNESUM-Ciencias Volumen 6, Número 4, 2022
La literatura se refiere a la Escherichia coli y
el Staphylococcus aureus como los más fre-
cuentes, aunque otros gérmenes con me-
nor prevalencia se reportan de manera no
despreciable (Chaudhry & Bolt, 2010; Shu
et al., 2004).
En el caso de esta paciente, no se aisló nin-
gún germen en los urocultivos realizados,
incluso previos al tratamiento antibiótico
empírico, aunque debemos señalarque se-
gún muchas de las serie, solo el 50% de los
urocultivos resultan positivos(Nelson & Ho-
chgelernter, 2016).
No obstante, la presencia de leucocitos
en orina y fiebre con cultivos negativos de
orina más el resto de las manifestaciones,
como se presentó este caso, deben hacer
sospechar su presencia, ya que en ocasio-
nes no es evidente porque el absceso no se
comunica con el sistema colector. Tampoco
en el caso que nos ocupa se encontró aso-
ciaciones locales ni factores de riesgo que
favorecieran y empeoraran su pronóstico
como cálculos renales, reflujo vesicourete-
ral, obstrucciones ureterales, etc.
En este caso, el diagnóstico inicial de abs-
ceso renal múltiple bilateral fue determinado
mediante ecografía. Un trabajo de Coelho
describió que esta puede identificar correc-
tamente el 93% de los abscesos renales
(Castañeda-Hernández et al., 2017; Nelson
& Hochgelernter, 2016); sin embargo, en
otras investigaciones los hallazgos ecográ-
ficos fueron equívocos y por ello se ha re-
comendado la Tomografía Computarizada
para obtener el diagnóstico y la extensión
de la lesión (Couselo et al., 2013).
En este caso, al igual que en otros repor-
tes , las imágenes de la Tomografía Compu-
tarizada no aportaron ninguna información
esencial adicional respecto a la ecografía,
simplemente confirmaron los hallazgos ob-
tenidos mediante ella.Por tanto, conside-
rando que la ecografía es una prueba ac-
cesible, no invasiva, que no depende de la
función renal, que no requiere de prepara-
ción especial y que evita la radiación pro-
ducida por una Tomografía Computariza-
da, apoyamos el uso de la ecografía como
prueba de imagen de elección tanto para
el diagnóstico como para el seguimiento de
los abscesos renales,sobre todo en nuestro
medio donde existen serias limitaciones de
recursos.
Uno de los aspectos más relevantes del
caso fue la afectación bilateral y múltiple
en uno de sus riñones (fig. 1). En décadas
pasadas, esta patología tenía una alta mor-
bimortalidad que llegaba a un 39-50% de
mortalidad. En la actualidad, sin embargo,
esta se ha reducido de manera significativa
(6%) en parte gracias a su sospecha diag-
nóstica temprana, el avance, mejoramien-
to y accesibilidad de estudios por imagen,
herramientas muy útiles no solo en el diag-
nóstico sino también en el seguimiento y el
tratamiento de los mismos (Baradkar et al.,
2011; Castañeda-Hernández et al., 2017;
Cheng et al., 2010; Shu et al., 2004), así
como al inicio de esquemas empíricos de
antibióticos cada vez de mayor potencia y
de amplio espectro, asociado a técnicas de
drenaje mínimamente invasivas.
En adultos, la decisión de la conducta de-
pende del tamaño del absceso: en aquellos
menores a 3-5cm se utiliza como primera lí-
nea terapia antibiótica, mientras que los de
mayor diámetro o con afectación múltiple,
son drenados de forma percutánea o con
cirugía abierta (Coelho et al., 2007; Couselo
et al., 2013; Chaudhry & Bolt, 2010; Sriniva-
san & Seguias, 2011).
En niños, sin embargo, no existe un trata-
miento para los abscesos renales que sea
aceptado de forma generalizada. Una op-
ción utilizada consiste en seguir las reco-
mendaciones para adultos. Otra posibilidad
es la administración de antibiótico intrave-
noso en primer lugar y drenaje en caso de
empeoramiento o daño renal difuso (Couse-
lo et al., 2013; Chaudhry & Bolt, 2010).
Por último, Ángel indicó que los abscesos
renales en niños debieran tratarse siempre
de forma agresiva mediante drenaje y anti-
REPORTE DE CASO (Ciencias de la Salud): ABSCESOS RENALES EN PEDIATRÍA: REPORTE DE CASO
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bioticoterapia de amplio espectro debido a
la posibilidad de un daño renal importante
con secuelas graves (Couselo et al., 2013).
No obstante, el drenaje percutáneo, aun-
que mínimamente invasivo, no está exento
de problemas y se han descrito complica-
ciones secundarias como pioneumotorax,
bacteriemias, fistulas, etc.
A pesar de que en el caso presentado exis-
tía una afectación bilateral y múltiple en uno
de los riñones, el tratamiento consistió úni-
camente en antibióticos intravenoso, incluso
empíricos, teniendo en cuenta la bacteriolo-
gía más frecuente y sensibilidades en nues-
tro medio ya que los cultivos realizados fue-
ron negativos, también teniendo en cuenta
que la paciente después de los ajustes rea-
lizados presentó siempre un buen estado
general con mejoría clínica progresiva.
Se estimó que una medida agresiva no es-
taba justificada y que esto podría también
ayudar a preservar la función renal, evitan-
do nuevos insultos a esas unidades rena-
les injuriadas. Este hecho fue confirmado
posteriormente con la gammagrafía renal
DMSA realizada seis meses después del in-
greso, que mostró simplemente un leve de-
terioro de la función renal relativa del riñón
izquierdo, el de afectación múltiple.
Conclusiones
Al considerar los trabajos previos y la ex-
periencia con este caso, destacamos en
primer lugar que los abscesos renales y
perirrenales son poco frecuentes en pedia-
tría. Si bien deben ser sospechados en de-
terminadas condiciones y circunstancias.
Los estudios de imágenes son fundamen-
tales en el establecimiento del diagnóstico
y seguimiento; resaltando que las lesiones
renales pueden no visualizarse en las imá-
genes iniciales, pero pueden manifestarse
durante la evolución clínica, por lo que se
hace necesario el control evolutivo. Resal-
tando el papel preponderante, sobre todo
en nuestro medio, de la ecografía renal. Se
destaca también el papel importante que
cumplen los reactantes de fase aguda a la
hora de definir nuevas conductas en el ma-
nejo de los pacientes. En niños, se sugiere
un tratamiento por etapas de los abscesos
renales, con antibióticos intravenoso en pri-
mera línea y utilizar medidas más invasivas,
únicamente si la respuesta clínica no es la
adecuada.
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