Es importante plantear que una metodología didáctica supone una manera concreta de enseñar,
método supone un camino y una herramienta concreta que utilizamos para transmitir los
contenidos, procedimientos y principios al estudiantado y que se cumplan los objetivos de
aprendizaje propuestos por el profesor. Pero, ¿qué hay detrás de la elección de una metodología
didáctica? (Hernández, P, 1997): es un elemento esencial del proceso de formación, porque
constituye la manera, la forma cómo se lleva a cabo la formación. La finalidad principal del
escogimiento de una metodología adecuada, es que los estudiantes, aprendan.
Una de las primeras dificultades que surge tras el análisis de distintos autores es la gran dispersión
que existe en la enumeración de métodos y metodologías. Así, por ejemplo, la relación del
(Ministerio de Educación y Ciencia MEC, 2006) incluye solo tres métodos, pero la de (Navaridas
Nalda, F, 2004) incorpora veinticinco y en esta investigación relacionamos treinta y ocho
incorporando otros criterios de autores según tabla # 3.
Otra dificultad es que los autores no utilizan los mismos términos para referirse a métodos que
parecen similares. Así por ejemplo (Miguel, M y Amat, O, 2002); (Miguel, M, 2006) usan el
término lección magistral, mientras que la Universidad Rovira Virgili se refiere a este método como
sesión magistral (URV, 2006) y (Zabalza, M.A, 2003) citando a (Tejada Jiménez, H. y Hernández
Jorge, C, 2001) utiliza método magistral, (Jares, X, 2002) cita un método conocido como dinámica
de clarificación de valores, pero para el (García Batista, G, 2002) este método se llama ejercicio de
clarificación de valores. Otro ejemplo que encontramos donde hablan de estudio de casos en
(Miguel, M, 2006); (Navaridas Nalda, F, 2004), mientras que (López Camp, J ,2005) se refiere a
ello como método.
Otra dificultad que encontramos es que algunos autores unen unos métodos a otros como muestra
de su similitud, pero estos parecidos no son compartidos por otros autores. Así, por ejemplo, (Jares,
X, 2002) habla de juegos y ejercicios de simulación y (Fernández March, 2006) de simulación y
juego.
Sin embargo, (Navaridas Nalda, F, 2004) y el (TEC de Monterrey, 2006) solo hablan de simulación
(Navaridas Nalda, F, 2004) por otro lado, (Portela Leiva, G; Morales Suárez, I, 2005) escribe
simulación/role playing, pero el juego de roles aparece aislado en otros autores, como por ejemplo
en (Amat, O, 2002 y López Camps, J, 2005). Para este último autor, finalmente, el método del caso
forma parte de los juegos y simulaciones, mientras que en otros autores encontramos ambos
métodos por separado, como por ejemplo en (Navaridas Nalda, F, 2004) ;( Addine Fernández, F,
2004); (Fernández March, 2006) y (Alcoba González, J, 2012)
Por último, si nos fijamos en los objetivos que pretenden los diversos métodos, tampoco parece
haber acuerdo entre los distintos autores. Por ejemplo, Amat refiere que los métodos que fomentan
la creatividad son la tutoría, el Phillips66 y la tormenta de ideas (Amat, O,2002) y sin embargo
para Navaridas la tutoría es uno de los métodos orientados al cambio de conocimientos,
concretamente una de las estrategias individualizadoras. Para él, los métodos que fomentan la
creatividad son el torbellino de ideas, la interrogación didáctica, las técnicas audiovisuales y el
método del incidente (Navaridas Nalda, F, 2004), Bourner, sin embargo, amplía el listado de
métodos que sirven para que el estudiante genere ideas a diez, entre los que resulta llamativo
encontrar las técnicas de relajación (Bourner, T, 1997)
En fin, las definiciones hasta ahora universalmente estandarizadas sobre el método de enseñanza
generan confusión entre los estudiosos de la temática. Como bien se ha ilustrado con los ejemplos